Fidel Mingorance: Análisis de datos, análisis histórico y cartografías | Erik Arellana Bautista: Análisis social, análisis histórico e imágenes.

UN MACONDO DE DATOS

¿POR QUÉ MONITOREAMOS FUENTES Y DATOS?

En el año 2017 conformamos el Equipo DF de HREV y nos propusimos el reto de cartografiar la desaparición forzada en Colombia. Todo un reto si se piensa en la dificultad que entraña poner en un mapa algo o alguien que no se sabe dónde está, tal y como sucede con la gran mayoría de las personas que han sido desaparecidas forzadamente en Colombia.

Sin embargo, esa no suele ser la única dificultad encontrada. Como en cualquier otro mapeo o cartografiado no solo es imprescindible hacer el consiguiente trabajo investigativo sobre los lugares donde se ubica lo cartografiado (el dónde: la georreferenciación de lo que se quiere mapear) sino también sobre lo que se va a mapear (el qué: el objeto o sujeto a cartografiar). Para poder elaborar cualquier mapa hacen falta datos e información sobre lo que se pretende cartografiar.

Pero la habitual tarea de definir e identificar los qué y dónde, que hacen parte de cualquier mapeo, se convierte en un auténtico reto a la hora de poner en un mapa algo como la desaparición forzada de personas. Todo lo relacionado con este crimen es impreciso, borroso, confuso, incierto… lo que no es en absoluto casual, ya que esa es precisamente una de sus características fundamentales.

Desconocer qué pasó con las víctimas y dónde están o cuál es la magnitud del delito y quién lo perpetró o a quién beneficia caracterizan este tenebroso crimen. De hecho, es su característica definitoria. Lo impreciso, lo brumoso, lo incierto, lo desconocido, lo nebuloso y hasta lo irreal se conjugan con la aplastante y obscena impunidad para conseguir el crimen perfecto (sin cuerpo no hay delito ni criminal). Por si esto fuera poco, a la vez que se perpetra ese borrado de la persona también se pretende sembrar el terror y la parálisis de familias, entornos sociales, militancias políticas, sociales, culturales o incluso del conjunto entero de la sociedad.

Además, no debe perderse de vista que la desaparición forzada es típicamente un crimen de Estado. Es otro de sus rasgos distintivos y definitorios en la tipificación internacional del delito. Seguramente por eso los registros estatales son tan deficientes, tan incompletos, tan confusos, tan incompetentes…

De hecho, parece poco probable que un Estado publique un registro exhaustivo y veraz o informe ampliamente a su ciudadanía de aquellos y aquellas ciudadanas a las que desaparece forzadamente.

Todo ese conjunto de situaciones descritas conforman el panorama que mantiene esta práctica criminal y del que se nutre la desaparición forzada de personas. Por eso es tan difícil conocer quiénes y cuántas son las personas desaparecidas. Y por eso también la primera tarea es siempre dimensionar su magnitud.

No nos guía ninguna obsesión cuantitativa, simplemente necesitamos conocer las dimensiones de la desaparición forzada. Contestar cuántas son las personas desaparecidas forzadas es siempre el punto de partida.

LO ENCONTRADO

LOS DATOS DE LA DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS EN COLOMBIA

FuenteFidel Mingorance, Erik Arellana
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